miércoles, 23 de septiembre de 2009


LOS ENEMIGOS DE DIOS

RonyFer

Capítulo: «Las siete pesadillas del dios-de dioses



De pronto, cuando ya todo había retornado a la normalidad, se vio entonces ya no en lo alto de la cima, sino a sus pies, desde donde podía tocar aquella tierra fangosa. Y vio surgir plantaciones, el verde se apoderaba de aquel espacio hostil, maizales, trigos, frutales, flores, había de todo, no faltaba nada.

Entonces vio como un viento más fuerte que el anterior arrasaba con todo y ese viento era producido por las turbinas de muchos aviones de combate al despegar. Y luego vio en su sueño aquellos aviones lanzando bombas por doquier, con su poder mega destructor y a su paso no quedó más que aquel suelo arrasado de nuevo, luego vio la tantas veces milenaria ciudad ahora destruida, ni el tiempo ni las continuas batallas pudieron arrasar con Uruk, solo aquellos aviones que surcaban por el cielo con su lluvia de explosivos, aquella otrora joya para la humanidad entera, ahora desprovista de sus dioses protectores, Enlil, Enki y Lea.

Luego vio batallones de ejércitos que con su infantería y su caballería arremetían contra todo lo que de la furia del cielo escapó. Y entonces no quedó nada en aquella tierra, ni seres, ni plantas, ni animales, todo fue borrado de la faz del mundo. Solo ver aquel escenario desolador le causó una profunda tristeza y sus sollozos lo hicieron entonces despertar.

Y durante días enteros se le veía meditabundo y cabizbajo, consultaba infructuosamente sicoanalistas que pudieran encontrar la interpretación a sus sueños, ahora somnoliento, como para no permitir dejarse dominar por la fatiga é inexorablemente, por sus pesadillas.

Los médicos consultados aseguraban que todo eso era debido a un trastorno del sistema nervioso y aunque exámenes exhaustivos no dejaban entrever alguna lesión cerebral le recetaban entonces todo tipo de calmantes y soporíferos para atenuar aquellas intensas jaquecas casi cotidianas.

Pero todo eso solo era el preludio de noches sin final, inciertas.

Aprovechaba entonces hacer pequeñas siestas en su buró, otras en la sala o donde la fatiga lo venciese.

Y en uno de esos esporádicos descansos vio una breve escena que no pudo comprender, dispersados por doquier cadáveres apilados, de todos los continentes, de todas las razas, de todas las etnias se presentaban ante su vista, luego vio una enorme águila calva que con sus picoteos extraía los ojos y devoraba y se alimentaba de aquella carroña humana esparcida por los cuatro puntos cardinales.

Cierta vez, ya bien entrada la madrugada, vencido por el cansancio se quedó dormido en la sala, con el televisor encendido y en lo más profundo de sus sueños, vio de pronto aquellos nubarrones que se acercaban, cúmulo- nimbos inmensos acompañados de interminables y sucesivos relámpagos ocupaban toda la bóveda celeste, en su interior, una luz como bola de fuego que se agrandaba a medida que el cielo se cubría, y de pronto, aquellos negros nubarrones y relámpagos se apartaron de la luz, circunvalándola inexorablemente que ahora se tornaba de un color rojo intenso, silencio profundo, luego del centro, un enorme rayo partió la tierra en dos, una enorme fisura se formaba y aquel ensordecedor ruido producido por el craqueo de la tierra al partirse más fuerte que el rugir al unísono de todos los cañones y baterías de todas las infanterías del mundo, luego vio una enorme falla romper la tierra que nacía desde el oriente hasta el occidente.

Pronto vio que de las entrañas de la tierra surgían como plantas luego de las primeras lluvias, algunas formas fantasmagóricas, casi humanas que se desplazaban con dificultad dirigiéndose hacia él.

Y fue entonces qué, de aquella multitud de muertos vivientes vislumbró primero niños, cientos, miles de ellos, despedazados, mutilados, harapientos, descalzos y con la carroña desmembrarse de sus escuálidos cuerpos, luego secundados por adultos y viejos, todos en su dirección, a su encuentro.(continuará)

lunes, 21 de septiembre de 2009

NO LO ACEPTO



Ana María Manceda- Argentina



Alguien ha muerto en el universo

y me cambió la vida.

Salí de mi estructura, de lo establecido

volví a mi esencia.

He vuelto a volar

con mi mente, con mi espíritu

con la angustia existencial

que persiguió mi niñez.

¿Por qué existimos, hacia dónde vamos?

Y todos los sentimientos seevaporan

en la energía cósmica.

Pero hay momentos, que la estructura

me invade, como hoy.

El dolor es desgarramiento

solo soy un bicho sufriente.

Y no lo acepto, no lo acepto.

Tendrías que estar aquí

con tu juventud , volada, inteligente.

Tu brillo de estrella

huracán, vértigo, vida, vida.

No lo acepto, no acepto tu muerte

El dolor me produce un universo vacío.

Busco refugio en los libros

en las frases que me estremecen

en la tonta resignación ¡ No! ¡ Nunca!

No lo acepto.

No tu muerte joven.

Siento la crueldad infinita

de la parodia de la vida.

viernes, 18 de septiembre de 2009


LOS ENEMIGOS DE DIOS

RonyFer

Capítulo: «Las siete pesadillas del dios-de dioses

Aquella noche, sumido en lo más profundo de sus sueños, muchos años después de haber legado a otro dios su divino poder; mientras descansaba en su rancho de Texas, en una noche cálida sumido en un profundo sueño, escuchó el retumbar que descendía del cielo, luego espesos y negros nubarrones acechaban en el horizonte. Y se vio de pronto en lo alto de una colina, desde donde se divisaba el mundo entero, y de pronto una nube negra lo envolvió todo y de ella vio aparecer una luz descendiendo del cielo, entonces, entre aquella bruma, se le apareció transportada por aquel halo, una dama toda vestida de negro que él nunca había visto antes y que representaba la humanidad, al principio, ella lo contemplaba impávida, silenciosa; truenos y relámpagos en la mirada, fuego y sangre, luego se le acercó tan cerca que pudo divisar ese centello emanado de sus retinas, cuando estaban frente a frente, cara a cara, ésta entonces giró la cabeza sus hombros, abrió la boca de la cual emanó un fuerte viento hacia occidente, tan arrasador y violento como los vientos huracanados que destruyeran las costas y las casas, allá por Luisiana en sus aquellos años de poder, en cuanto cesó, se quedó allí, aquella extraña suspendida en el aire, en plena levitación, luego, parsimoniosamente se le aproximó de nuevo y después de un lánguido silencio, con la mirada fija en la suya, le exclamó:

- Ésta es la primera de siete, de ahora en adelante tus noches te parecerán más largas y tus sueños pacíficos no serán los de antes.

Y desapareció entre la bruma.

Se despertó horrorizado, sudando y jadeante, se vio en la oscuridad, al lado su esposa quién, con aire casi maternal le tomó entre sus brazos, estrechando su senil cabeza contra su pecho mientras le acariciaba el cabello, repitiendo sin cesar, “Tranquilo amor mío, que solo fue una pesadilla”.

Durante un buen tiempo, meses de relativa tranquilidad desde aquel extraño sueño que terminó por olvidarlo, total se dijo, solo fue eso, un sueño, uno de tantos.

Pero aquella noche de tormenta, cuando ya sumido en lo más profundo de su sueño, se vio de nuevo en aquella desolada colina desde donde se contemplaba una interminable explanada de tierra infértil, muerta, y en el horizonte se divisaba una gruesa columna de nubarrones, luego pudo sentir gruesas gotas de lluvia, que regaban todo el valle, luego aquella lluvia se convirtió en un breve instante, en un diluvio enorme, en un eterno diluvio, luego, la calma absoluta. Y entonces comprendió que esa calma relativa, era la misma que precedería a la tormenta por venir. Y tuvo miedo, se sintió solo, abandonado y abatido. (Continuará)

miércoles, 16 de septiembre de 2009

De la musa lunfarda de nuestra "Misteriosa Buenos Aires"


MALEVO MUERTO
Ya le jugó a la muerte el desempate
y ya perdió,cantando p´al carnero.
Ya su puñal es briyo sin acero,
ya no importa el motivo ni el combate.

Su historia es la de un pulso que no late;
su gloria, un paraíso arrabalero
donde ronca un arcangel patotero
y un santo cachafaz le ceba mate.

No la vas con las alas de querube;
el,que nunca en el barrio de las latas
soñó que iba a atorrar en una nube

Y pasa, cachaciento, al otro verso,
donde Dios lo recibe en alpargatas
mientras le da manija al universo.

DANIEL GIRIBALDI.
De la musa lunfarda de nuestra "Misteriosa Buenos Aires"
gracias por la imagen a:www.clubdetango.com.ar

martes, 8 de septiembre de 2009


“ QUERIDOS AMIGOS” CUENTO . AUTOR: ANA MARÍA MANCEDA.

EN ANTOLOGÍA JUNÍNPAÍS 2007

La tarde tibia y luminosa era una fiesta. Ya se sentía en el aire el típico olor a azahares y los gorriones aturdían desde la arboleda de la calle siete. Octubre en La Plata, Anouk iba hacia el encuentro de Michael, estos nombres la divertían, había sido una propuesta del profesor de la Alianza Francesa que cambiaran sus nombres por seudónimos franceses, ellos aceptaron. Michael estaba esperándola en el Café, sentado en una de las mesas de la vereda, con sus ojos verdes chispeantes de picardía, como asegurándole otro encuentro divertido. Se saludaron y la tarde estalló de primavera. Tenían que repasar lecturas y memorizar poesías; Sartre.. .Jacques Prévert. Las risas interrumpían los estudios como compitiendo con el bullicio que producían los gorriones. En un momento de extraño silencio la mesa se fue oscureciendo, toda la energía fluía en cámara lenta. Una sombra se interponía entre el sol del atardecer y la mesa repleta de libros, cafés, puchos y las juveniles siluetas. Levantaron la vista; altanera, inmensa, doña Teresa los miraba desde su altura de matrona adinerada, envuelto su gordo cuello con cadenas de oro. Una niña de unos doce años, de aspecto humilde, estaba a su lado, haciendo equilibrio con los paquetes de las compras de la doña. Saludos corteses, miradas huidizas y ahí partieron la matrona y su pequeña víctima. Ni bien se alejó la extraña pareja, la risa estalló entre los amigos, luego prosiguieron sus lecturas. Llegando a la Alianza reconocieron a lo lejos la figura alta y con tendencia a la obesidad de Amelie. La querían mucho, era una treintañera con mohines de adolescente, solidaria y buenaza. Amelie los esperaba ansiosa, necesitaba de ellos, eran su salvación, ese fin de semana organizaría un té en su departamento del cual sería invitado especial el hombre por el cual, según ella, estaba rechiflada. Alberto era maestro, morocho y ayudante de un cura en una villa de emergencia, su madre, doña Teresa, lo detestaba. Si ellos iban ayudarían a Amelie a distraer a su madre y aflojar tensiones. Por supuesto los amigos aceptaron, no sin gastarle bromas y pidiéndole la tarta de frutillas de la cual Amelie era especialista.

Llegaron cuando el sol jugaba a esconderse tras la fronda de los tilos. No quisieron esperar el ascensor, subieron los dos pisos tomados de la mano, entre saltos y comentarios risueños. En un momento Anouk sintió como que algo la afligía, giró la cabeza hacia atrás y le pareció percibir que una sombra grotesca iba hundiendo los escalones por ellos pisados, fue un segundo, la angustia desapareció al llegar al elegante departamento. Al sonar el timbre abrió la puerta la chiquilla-víctima. Los jóvenes amigos miraron con ternura a la patética presencia vestida con delantal y cofia de puntillas, entraron a la sala donde se serviría el té. Como siempre estaban tentados por la risa, pero debieron admitir en su fuero íntimo que el departamento estaba decorado con muy buen gusto, donde se mezclaban objetos antiguos y modernos de alto valor. Se sentaron e inmediatamente entró doña Teresa, elegante, dominante, en su mano portaba una campanilla de plata, sus dedos estaban adornados con anillos de oro, uno de los cuales lucía un zafiro cuyo brillo azulado parecía querer hipnotizarlos. Al sentarse hizo sonar la campanilla, como aparecida de la nada llegó la chiquilla con masas y confites. Al rato arribó Alberto y Amelie radiante salió a recibirlo. Su atuendo escapaba del buen gusto dado el tipo de invitados y la hora de la reunión, el vestido de lamé resaltaba su gruesa figura, pero su cara parecía competir con el brillo de la tela, irradiando una luz que solo provoca el amor.

Alberto, de manera apasionada, comentaba los problemas sociales de la villa. Anouk pensaba que a pesar de las ricas tortas, la suave melodía, la elegancia del lugar y algunas risas de compromiso, era un sufrimiento estar en esa jaula de oro de atmósfera surrealista. Con Michael aceptaron una copa de Jeréz, milagrosa bebida que aflojó un poco la tensión que fluía en el lugar. De pronto, Alberto, siempre espiado, despreciado, por la mirada atenta de doña Teresa, comenta que pidió una licencia de seis meses en el colegio para acompañar al Padre en un trabajo social en el Noroeste. Pobre Amelie, se apagó, se marchitó y su madre se iluminó. La fiesta no daba para más, Alberto se despidió, con un dejo de dignidad Amelie lo acompañó hasta el ascensor, cuando regresó parecía destruida. Los amigos aprovechaban para retirarse pero su compañera les pidió que se quedaran un rato más_ Les traigo los poemas de Prévert, ya vuelvo.

Otra copa de Jeréz y la charla se hizo amena; películas, actores, pinturas. El tiempo pasó, Amelie no regresaba. La niña fue enviada a buscar a la señorita, sus compañeros ya se retirarían. Un chillido de terror invadió la casa, corrieron hacia el interior, la chiquilla estaba al lado del ventanal que daba por medio de un balcón hacia la calle, se fueron acercando. Anouk, asustada, se aferraba al brazo de su amigo. La doña, que había llegado primera al balcón, se balanceaba como una masa sin sentido. De una de las ramas más gruesas de un añoso Tilo, pendía el cuerpo ahorcado de la desgraciada Amelie. Una atmósfera de irrealidad rodeaba a la escena, lo único que escapaba de la tragedia eran las frondas de los árboles que se tocaban por el susurro de la brisa, dejando pasar las luces de neón que iluminaban la silueta inerte de Amelie.

Pasaron los años, otra juventud, otras sombras recorren la calle siete, pero siempre en cada primavera resurge el canto de los gorriones que habitan su arboleda, como festejando juveniles risas y los sonidos fantasmales de poéticas voces que recitan poemas de Prévert :

“... Y después dormirnos, despertarnos, padecer, envejecer.

Dormirnos de nuevo. Soñar con la muerte. Despertarnos, sonreir y reir

y rejuvenecer...”

POESÍA DE : ANA MARÍA MANCEDA

Fotografía :Pablo E.Quiroga

TE BUSCO


Te busco en los sonidos que respiran la historia.

Te busco en la nómada búsqueda

del alimento primitivo. Te busco en las luces

de quásares ignotos. Te busco en las cotidianas

mañanas del hastío. Te busco

queriendo atrapar el tiempo con el teléfono,

con la informática con la intelectual aventura.

Te busco, te busco…Y no te encuentro

¡ Es solo un poco de ternura!

Poder apoyarme en ese hombro

que acune mi loca cabeza vagabunda.

Te busco y solo te encuentro

en el recuerdo joven de la bruma.

******************************

sábado, 5 de septiembre de 2009

Recordando a Jorge Villalba





Elenco de "¿Quién,Yo?"
Puesta de 1993 (1)


Jorge Villalba llegó a San Martín para quedarse, en 1981. Hombre de teatro, poseedor de una trayectoria en Buenos Aires como actor de cine, de teatro y gremialista ; apenas se instaló en nuestro medio comenzó a contactarse con las personas que años atrás habíamos incursionado en el quehacer teatral en nuestra ciudad.

Creo haber sido el primero en ser visitado a tal efecto por Jorge . Le proporcioné la información que pude y le di nombres o le presenté a amigos teatreros como Rafael (Gogo) Demateo e Ivonia Zúñiga.

Con la dínamica que le daba su entusiasmo él pronto hizo un rápido y preciso diagnóstico de las necesidades y los recursos: No había un espacio para dar a conocer las manifestaciones culturales que sin duda las había: gente que escribía, gente que pintaba, gente que bailaba, que cantaba…El teatro, seguramente lo que a Jorge más le interesaba, estaba en total letargo.

O sea que la necesidad era que se abriera una ventana donde mostrar lo que la expresión creaba.

Oídos y ojos puestos en encontrar ese espacio que la cultura necesitaba, pronto “descubrió” el edificio de la antigua iglesia , sólo destinada a depósito de muebles y pertenencias varias de la parroquia San José pero, sobre un predio municipal.

Jorge habló con la Intendente Da. Josefina Ragusi y contando con su buena disposición y apoyo de la idea, inició los tramites para conseguir que la Curia con sede en Bahía Blanca , sediera el edificio al municipio para transformarlo en sala teatral.

Sin duda Villalba acometió esta obra con todo su ímpetu y lo logró. Supo reunir a un numeroso grupo de colaboradores con los cuales transformar la iglesia en teatro, herramientas, maderas y clavos mediante, en solamente un mes.

En estos trabajos fueron personas claves por su entusiasmo y sus conocimientos de carpintería: Gogo Demateo y Carlos Alterini.

El Teatro San José fue inaugurado el día del aniversario de San martín de los Andes en 1982 y fue con un recital poético de autores Neuquinos, que incluyó la lectura de poemas como”Invernal” de Miguel A. Camino que leyó Jorge, “Malón” del mismo autor que leyó Gogo Demateo con canciones del folklore local y danzas por el grupo “Albricias”

Ya teníamos el espacio, vendría después la creación de la fundación Amigos de la cultura de San martín de los Andes entidad en la que Jorge cifró grandes sueños y reunió a personas cultoras de distintas artes así como aquellos deseosos de apoyar las manifestaciones artísticas.

Y completando la trilogía de soportes básicos creó el Grupo de Teatro San Martín de los Andes con el que puso en escena una serie de obras que comenzaría con “Una Vida Secreta” de León Mirlas y continuaría con “ Un Idolo de Cartón”, de Eduardo M. Roberts, “Chau Felisa” de Hugo Saccoccia, “La Zorra y las Uvas” de G. Figueiredo . Seguirían muchas otras puestas que reactivaron la actividad teatral propia de nuestra ciudad, que despertaba así , de la mano de Villalba, del letargo en que la sumiera la dictadura que en 1976dispersó al grupo de teatro A.N.T.A. (2)

La actividad de Jorge no se limitó a lo antes anotado, que es bastante; promovió la llegada de espectáculos de la capital federal y de otros lugares cercanos como Bariloche y Neuquén capital u otras ciudades del Alto valle. También participó de las fiestas de la navidad Cordillerana que entendía debía convertirse en un atractivo turístico más de nuestra localidad. Jorge tuvo a su cargo en varias navidades la realización de los Pesebres Vivientes . Los que se realizaron en el faldeo del cerro, frente de la estación del A.C.A. fueron espectáculos de luz, sonido y puesta en escena realmente magníficos.

Sirva esta apretada síntesis de homenaje al amigo, al maestro, al gestor cultural que fuera JORGE VILLALBA; de parte de uno de los integrantes del grupo de teatro, en el octavo aniversario de su partida en esa Gira Infinita del actor genuino que fue.

La Zorra y las Uvas (1983)

(1)Elenco 1993 de "¿Quien ,Yo?" de Dalmiro sáenz: Roberto-Pepo-Stella Maris-Jorge-Graciela-Marta - Carlos -Carmen-René.-

(2)Asociación Nuevo Teatro Andino que estaba trabajando con mucha fuerza y calidad artística y habiéndose constituído en Cooperativa de Trabajo iniciara la construcción de un Centro Cultural. ( Donde hoy está el edificio de la escuela Técnica (EPET 12)