

En la Patagonia le encontró el sentido a su viaje.
Contó que "nunca hubiera imaginado un cielo tan puro".
SAN ANTONIO OESTE- El frío comenzaba a dejarle paso a un aire más benigno y la primavera reinante le ponía puntos suspensivos a un clima que establecía treguas cada vez más largas, para que nadie olvidara que el verano aguardaba en un recodo del camino.
Todavía no lo sabía Antoine De Saint Exupèry, Saint Ex, para sus amigos, que junto a ese viento que no podía imaginar más frío descubría la inmensidad de un paisaje que atesoraría para siempre, y que junto a las experiencias vividas desde ese 12 de octubre de 1929 en el que desembarcó a bordo de un transatlántico en Buenos Aires, para tomar posesión de su cargo como director de la compañía "Aeropostal Argentina", formarían parte de la novela que ya presentía y en un tiempo más comenzaría a escribir.
Se llamaría "vuelo nocturno", como la travesía que había emprendido ahora, deparándole la maravilla de encontrarse con una tierra en la que según diría luego, nunca hubiera imaginado ver "un cielo tan puro y estrellado".
En los labios de un hombre que recorrió los cielos del mundo hasta desaparecer en ellos el 31 de julio de 1944 a bordo del avión Lightning P 38, durante una misión de reconocimiento en la segunda guerra mundial, eso era decir mucho.
Pero en ese momento promediaba noviembre de 1929 y Saint Ex había ingresado piloteando su avión a San Antonio Oeste, un pueblo perdido de esa Patagonia en la que finalmente le había encontrado sentido a su viaje.
Es cierto que en Buenos Aires había conocido a Consuelo Suncin, la salvadoreña con la que finalmente contraería matrimonio al regresar a su Francia natal, pero pese a ese flechazo y a la vida cultural que se respiraba allí siempre había detestado las ciudades y ésa no sería la excepción. (Del portal diario Río negro./Continuará)
Gracias a Noemí Direne quien me lo envió sabiendo mi admiración por Saint Exupéry.
Con la celebración de este día en el mundo entero, la UNESCO pretende fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. |
El 23 de abril de 1616 fallecían Cervantes, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. También en un 23 de abril nacieron – o murieron – otros escritores eminentes como Maurice Druon, K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla o Manuel Mejía Vallejo. Por este motivo, esta fecha tan simbólica para la literatura universal fue la escogida por la Conferencia General de la UNESCO para rendir un homenaje mundial al libro y sus autores, y alentar a todos, en particular a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural. La idea de esta celebración partió de Cataluña (España), donde este día es tradicional regalar una rosa al comprador de un libro. El éxito de esta iniciativa depende fundamentalmente del apoyo que reciba de los medios interesados (autores, editores, libreros, educadores y bibliotecarios, entidades públicas y privadas, organizaciones no gubernamentales y medios de comunicación), movilizados en cada país por conducto de las Comisiones Nacionales para la UNESCO, las asociaciones, los centros y clubes UNESCO, las redes de escuelas y bibliotecas asociadas y cuantos se sientan motivados para participar en esta fiesta mundial.
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Nuevo libro de dramaturgia de Pablo Albarello
Acaba de editarse “15 escenas de humor para el Taller”, del dramaturgo argentino Pablo Albarello. Dice Daniel Marcove en el prólogo: “Siempre merece una cálida bienvenida la llegada de un libro. Y más aún...de Teatro. Y más aún... con la original propuesta de brindar a los estudiantes del Arte Teatral la posibilidad de encontrarse con escenas breves, actuales y cercanas con las cuales capacitar y entrenar su instrumento. Albarello ofrece 15 materiales de potente teatralidad, con personajes plenos de colores, que se abren como terreno fértil para explorar comportamientos, estados emocionales, líneas de acción, de pensamiento y, en fin, todos los vértices de la formación actoral”.
Ya está en librerías. Publica Ediciones Corregidor.
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C R E D O
Creo en Dios como en estas montañas
que de todos colores se visten.
Creo en Dios como creo en el Lago
que en añiles de cielo se tiñe.
Creo en Dios como creo en mi lazo
cuando al aspa del toro se ciñe.
Creo en Dios porque Él hizo el caballo,
la vaca, la oveja, la isoca y el cisne.
( Y vosotros que andáis a la vera
de todas las cosas que al sol se derriten,
si no creéis que hay un Dios de los pobres
que consuela y conforta al humilde,
al llegar de la muerte al palenque,
del dolor no tendréis quien os libre,
pues
de un remedio que cure a los tristes.)
Creo en Dios como creo en los cerros,
que son de la tierra las ásperas crines.
Creo en Dios y en mi fiel compañera,
que es todo lo bueno que puede pedirse.
Miguel A. Camino
El poeta argentino Miguel Andrés Camino, (1877-1944), se inspiró en costumbres y tradiciones regionales. Obras:Chacayaleras (1921); Chaquiras (1926), etc.