"LOS MANZANOS" poema de MIGUEL A. CAMINO
Somos muy pocos
los pobladores.
Si más vinieran,
¡pobres montañas!
¡pobre veguitas!
Ni los fresales
ya existirían;
las sementeras
los matarían.
La bestia humana
por cada mata
que ufana siembra
o que trasplanta,
miles arranca,
miles marchita.
Ya sus
manzanos
no se renuevan
ni por chupones
ni por semillas.
Solo sus troncos,
de seculares
aún resisten
el rudo avance;
y poco a poco
van sucumbiendo,
estrangulados
por la maraña
de ramas muertas
que los agosta
y los inclina.
Nadie los poda,
nadie los cuida.
todos desean
que llegue el día
de la cosecha.
Mas, no lo esperan;
no están pintonas
aun las manzanas,
y la canalla
con gruesos palos,
cañas y piedras
baja con golpes
los verdes frutos;
destroza gajos,
gajos enormes
llenos de yemas,
bellas promesas
de lo futuro;
y la maraña
mas se entreteje,
y los manzanos
se desarraigan y palidecen.
Nadie vigila,
Nadie protege
esas bellezas;
y todo el mundo
chicos y grandes
se consideran
dueños de ellas.
De ahí la lucha
sorda y aleve
que se establece
por apropiarse
unos y otros,
antes que nadie,
de sus riquezas;
y los destrozos,
incalculables
e irremediables,
que ocasionan
con su torpeza.
Así este trozo
de patria mía,
de selva virgen
que fuera un día,
perderá pronto
su lozanía
y de sus bosques
y sus manzanos
todo el caudal,
si no se acude
en su defensa,
se cicatriza
su ancha herida,
y no se aplica
con mano enérgica
remedio al mal.
Y aun,
asimismo,
vendrá el colono
con sus arados…
Adios, fresales!
Adios radales!
Adios, michays!
Vendrá el ricacho
con sus jardines
y sus injertos,
y, poco a poco,
por renovarlos,
por ser ya viejos,
o porque estorban
a su automóvil…
Adios, manzanos!
Los cortarán.
Por eso quiero
que mis cantares,
libres de inútil
palabrerío,
digan que aun lucen
estos lugares
sus joyas propias
y naturales;
y si algún día
desaparecen,
queden mis versos
como testigos,
como un recuerdo
de sus pasadas
esplendideces.
El
Autor de este premonitorio poema: Miguel Andrés Camino fue reconocido por el
puebo de la ciudad como “El poeta de san Martín de los Andes.
Una calle, en la costa del lago
Lacar, al cual también le cantó, lleva su nombre.
Así mismo un aula de la Escuela
Provincial Nro. 142 y una sala de la Biblioteca Popular Nueve de Julio.
En este 119 aniversario de San
Martín de los Andes, desde este blog,
humildemente adherimos a la fecha con este bello poema de nuestro poeta.
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