sábado, 18 de mayo de 2019

OMAR KHAYYAM


Hoy  la página web mas popular y el motor de búsqueda más utilizado, nos recuerda que en esta fecha , hace 971 años nacía en Nichapur,  Persia (Hoy Irán) el poeta, matemático y filósofo
                                       OMAR  IBN  IBRAHIM  KHAYYAM,
autor de numerosos poemas, citas y reflexiones, las más famosas reconocidas como "RUBAIYYAT"
Hace tiempo leí que Omar Khayyam era reconocido como el poeta del amor y del vino;  entre sus expresiones figura "Dad vino a los enfermos del alma"

Vamos a deleitarnos con este poema suyo:

¿Por qué vendes tu vino, mercader?

¿Qué pueden darte a cambio de tu vino?

¿Dinero? … ¿Y qué puede darte el dinero?

¿Poder? … ¿Pues no eres el dueño del mundo

cuando tienes en tus manos una copa?

¿Riqueza? … ¿Hay alguien más rico que tú,

que en tu copa tienes oro, rubíes, perlas y sueños?

¿Amor? … ¿No sientes arder la sangre en tus venas

cuando la copa besa tus labios;

no son los besos del vino tan dulces

como los más ardorosos de la hurí?

Pues si todo lo tienes en el vino,

dime mercader: ¿por qué lo vendes?

Poeta, porque haciendo llegar a todos mi vino,

doy poder, riquezas, sueños, amor…;

porque cuando estrechas en tus brazos a la amada,

me recuerdas;

porque cuando quieres desear felicidad al amigo,

levantas tu copa;

porque Dios cuando bendijo el agua la trasformó en vino,

y porque cuando bendijo el vino se trasformó en sangre…

Si te ofrezco mi vino, poeta…

¡No me llames mercader!

 Algunas de sus Rubaiyyat:

Todo el mundo sabe que jamás he murmurado una plegaria.
Todo el mundo sabe que nunca he intentado simular mis defectos.
Ignoro si existe una justicia y una misericordia...
Sin embargo tengo confianza, porque siempre he sido sincero.

El vasto mundo: un grano de polvo en el espacio.
Toda la ciencia de los hombres: palabras.
Los pueblos, las bestias y las flores de los siete climas: sombras.
El resultado de tu meditación perpetua: nada.

Soy viejo. Mi pasión por ti me lleva a la tumba, 
pues no ceso de llenar con vino de dátiles esta gran copa.
Mi pasión por ti se ha adueñado de mi razón.
Y el tiempo deshoja sin piedad la bella rosa que tuve...

Hombre, puesto que este mundo es un espejismo, 
¿ Por qué te desesperas, por qué piensas incesantemente 
en tu miserable condición? 
Abandona tu alma a la fantasía de las horas.
Tu destino está escrito. Ninguna tachadura lo modificará.

El paraíso, para mi, es un instante de paz.
Lo que ha de sucederte está escrito 
en el libro que hojea, al azar, el viento de la Eternidad.


Mira ese narciso  que se estremece en la orilla del arroyo,
sus raíces salen tal vez de los labios descompuestos de una mujer.
¡ Que tus pasos rocen ligeramente el césped ! 
Dite que ha germinado en las cenizas de hermosos rostros 
que tenían el brillo de los tulipanes rojos.

Soy viejo. Mi pasión por ti me lleva a la tumba,
pues no ceso de llenar con vino de dátiles esta gran copa. 
Mi pasión por ti se ha adueñado de mi razón.
Y el tiempo deshoja sin piedad la bella rosa que tuve...


De "Rimas Orientales" 
Eticas

                                             XVI  El veneno y el antídoto
          
            De este viejo Khayyam oye el consejo:
           busca siempre del sabio la amistad;
           de los que viven en honestidad
           sea la vida para ti un espejo.
                                                                           Que la distancia de la tierra al cielo
                                                                            te aleje del estulto e ignorante,
                                                                            y la luz de tu fe vaya delante
                                                                            para alumbrar las rutas de tu vuelo.
          Si un hombre de saber te da un veneno
           bebe sin vacilar el vaso lleno;
           del tonto, aunque antídoto te ofrezca,
           vuelca la copa, aunque todo perezca.