lunes, 27 de junio de 2011

Arturo Marasso

Nacido en Chilecito en  1890  y fallecido en  Buenos Airesen  1970.
 Cursó la carrera de Filosofía y Letras. Durante treinta años (1915-1945) fue profesor de Literatura Española en la Universidad de la Plata. Entre sus ensayos y estudios literarios  se destacan Rubén Darío y su creación poética (1934), La antología griega en España (1934), Cervantes y Virgilio (1937), Antología de la poesía lírica española (1953) y Estudios de literatura castellana (1955).




Dedicado desde muy joven a la creación poética, a los veintiún años de edad publicó el poemario titulado Bajo los astros (1911), La canción olvidada (1915), Paisajes y elegías (1921), Tamboriles (1930) y La rama intacta (1949).

Su obra lo hizo merecedor entre otras distinciones, al Premio de Poesía en 1924 y al premio Nacional de Crítica en 1937

Dentro del género ensayístico, tal vez su obra más leída y citada sea la titulada Cervantes, La invención del Quijote (1954).

Consagrado como uno de los intelectuales más destacados de nuestro país, fue miembro de la Academia Argentina de Letras y miembro correspondiente de la Real Academia Española.

Una Antología poética, editada en 1951, recoge composiciones de los siguientes libros: Bajo los astros; La canción olvidada; Presentimientos; Paisajes y elegías; Retorno; Poemas; La rama intacta.

NIEVA

Nieva afuera... las brasas del hogar

se cubren sutilmente de ceniza

blanca; el sedoso gato se ha dormido

al calor del rescoldo; vieja Biblia

yace olvidada en el sillón vacío;

Y me digo: que dulce es la visita

del invierno, en la casa en que nacimos,

cuando congrega el frío a la familia

en torno al hogar, y un vago ensueño

su suave seda de ilusiones hila                                                                                     

En el sosiego de las mansas horas.

En mí el mundo florece; y yo quería,

ayer, labrar estrofas que no mueran,

sin ver que sutilmente la ceniza

cubre la brasa... Pero seré todo para ti, poesía.

domingo, 26 de junio de 2011

DICHA


Dichoso aquel que vive en mansión heredada,

oye cantar los tordos que escuchó cuando niño;

ve llegar los inviernos entre lluvia y nevada

y siente el mismo acento de familiar cariño.



En la noche, en sosiego, a media luz, en torno

a la mesa o la lumbre, se conversa, en voz tierna,

de un viaje, de un recuerdo, de una ida sin retorno

-hace ya veintiocho años- a la mansión eterna.



Triste lágrima asómase y ocúltase, medrosa,

recuérdase la historia de la aldea, el pasado

tiempo de la familia, la niñez bulliciosa,
y se ve lo futuro al ayer arraigado.



Se lee el viejo libro con reposo, alguna hoja

anotaciones lleva del padre o del abuelo;

a veces una lágrima casual el texto moja

y se encuentra en las dulces páginas el consuelo.



El antiguo reloj de la pared aún suena;

vienen los largos días del estío, o el invierno;

son las noches oscuras o ya de luna llena;

aunque los años vuelen todo parece eterno.



Feliz aquel que vive en mansión heredada

con fontanares y árboles al pie de una colina,

y del otoño lánguido en la tarde nublada                                      

ve rodar por los campos la lluvia y la neblina.                        


El autor:
Arturo Marasso (1890-1970)
Literao argentino.Perteneció a la Academia Argentina de Letras
y era miembro correspondiente de la Academia Española.
Obras: "Rubén Dario y su creación poética",
"Paisajes y Elegías", entre otras.

viernes, 17 de junio de 2011

Domingo de elecciones (DISLATE MUY ABURRIDO)

En el tren de las meteorológicas meteorólogas, meteorólogo Ingenuamente entre las cenizas arrumbadas que me miran sin ver que no pueden apreciar lo que no existe.

Meteorólogo conmigo misma y me digo, aunque biendicho:                   

No es nada decir lo que no se dice nunca, y calladamente disfruto.

Meteorologando así.                                             
                                                                                                                   

LA NUBE AVANZA LENTOSA, LENTAMENTE AVANZA.

Meteorologando a si misma, como si casi no fuera una bella nube de ceniza gris apestosa, triste de tristeza gris impecable que no se puede hacer solamente de ceniza sino que al estar siendo ella misma, no sabe que planificada fuera alguna vez de algún día anochecido oscuramente de las afueras de la luz solar.

Avanzando estaba cuando quedó hecha un ovillo sobre nuestras cabezas desnudas de pelados sin peluquines puestos, algunos desflecados, y sombreros aludos dados vuelta por la vestisca penetrante, fría, impertinente, implacable y alternativa, en cambios bruscos de rumbo incierto.

Nada hizo suponer lo ignorado al dejarse llevar por las pitonisas vetustas salidas de otros meteorólogos en sus meteorologados pensamientos.

Todo cambió y nada nunca pudo volver a lo que fuera antes de aquello.

Perdón, cambio y fuera……………………………Myriam

                                                                             cenizas


jueves, 9 de junio de 2011

Presentación de Novela de Ana María Manceda

Una grata noticia que desde este espacio nos complace anticipar: nuestra amiga y vecina, la escritora ANA MARÍA MANCEDA presentará en la próxima Feria Regional del Libro, en San Martín de los Andes, su novela “LA NOCHE DE LA FLOR DEL CACTUS” que es publicado por Ediciones de La Grieta, una valiosa marca editora de la misma ciudad.


“LA NOCHE DE LA FLOR DEL CACTUS”




Ramón Sabatier es arqueólogo, nacido y criado en la zona de La Vega de San Martín de los Andes, junto a su familia y a un viejo mapuche, Abel Furiman, aprende a amar la historia natural que transmite la geografía de esta región patagónica. Ya recibido y siendo profesor e investigador de la facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de la Plata estallará en su vida un juego trágico del destino.

Los acontecimientos familiares estarán entretejidos entre la ciudad de La Plata, San Martín de los Andes y las vicisitudes políticas de la Argentina de 1973-1974; juventud, nostalgia, utopía, amores, amigos, discípulos, familia, arqueología, ecología, estarán inmersos en los años de una década que determinará la vida de los argentinos sin concesiones.

Felicitaciones Ana María y una exitosa presentación de tu novela que, sabemos, es el resultado de un enorme y perseverante esfuerzo.


domingo, 5 de junio de 2011

FEDERICO GARCÍA LORCA

ALBA



Mi corazón oprimido

siente junto a la alborada

el dolor de sus amores

y el sueño de las distancias.

La luz de la aurora lleva

semillero de nostalgias

y la tristeza sin ojos

de la médula del alma.

La gran tumba de la noche

su negro velo levanta

para ocultar con el día

la inmensa cumbre estrellada.



¡Qué haré yo sobre estos campos

cogiendo nidos y ramas,

rodeado de la aurora

y llena de noche el alma!

¡Qué haré si tienes tus ojos

muertos a las luces claras

y no ha de sentir mi carne

el calor de tus miradas!



¿Por qué te perdí por siempre

en aquella tarde clara?

Hoy mi pecho está reseco

como una estrella apagada.