martes, 30 de junio de 2009

Cibernauta, o navegante ????


Cibernauta, o navegante ???? Escrito por Myriam

V

Como digo, comenzó tarareando, zapateando, entre saltos y contoneos, y continuó instalándose, en uno de los saltitos sobre una mesita ratona, que encontró a su alcance, y ahí, como si estuviera en un escenario, nos prodigó la información que nos intrigaba…. Pero claro, que deberíamos descifrarla…… porque…. o era un idioma absolutamente desconocido para nosotros o estaba en clave…… ( de sol?..... de fa?..... vaya uno a saber)

-Ayyyy ayyyyy ayyyyy mare míaaaaa chiribin chiribin

(con cada chiribín, giraba sobre sí mismo, y corríamos para atajarlo, porque temíamos que se cayera de la mesita)

-Ayyyyyy Ayyyyyy…. Que vine que vine aquí con vosotros que me veis

Aquí!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! aquí y aquí estoy estoy

Y no me voy y no me voy………………………..y qué . Y qué. Y qué

Que que que que………..que no me iré y no me iré porque vine aquí

Chiribin chiribin chiribin que vineaquí…Uyyy Uy Uyyyyy Uy Uyyy

( Al cantar los Uy Uy, se tapaba la cara con las manos como si fuera a llorar

Y hacía un gesto muy muy triste…… como si tuviera una pena muy profunda.

Esto … y, en realidad todo, llamaba nuestra atención, pero cuando cantaba los uy uy, nos acongojaba a nosotros también……. La escena fue realmente conmovedora.)

-Y qué tristeza la mía!!!!!!!!!!!Ayyyy ay ay, canta y no llores, que yo te daré…

(En este punto cambió totalmente el ritmo y terminó el fraseo estilo valsecito, para volver enseguida, a la profundidad del cantejondo, que se notaba era lo suyo)

-Ayyyy mare mía la foto traigo os doy daré daré daré foto la mare míaayyyy.

(Yo hubiera querido preguntarle si estaba triste porque se le había muerto la madre… pero no quise interrumpir… hasta que él sólo se dispusiera la soltar más información, aunque fuera de este modo) (Continuará)

Este blog:


BARCOS DE PAPEL

Este Blog es un espacio literario donde han de figurar textos creativos para ser difundidos entre las personas sensibles a las buenas lecturas.


Serán como aquellos barcos de papel que puestos a navegar lo hacen libremente llevados por la corriente.-






lunes, 29 de junio de 2009

“El viejo y el árbol”. de RonyFer

“El viejo y el árbol”.

Hubo una vez, hace ya muchos, pero muchos años, vivía en la campiña de un bello país llamado Quetzalandia, un niño y su familia.
Creció feliz, entre caballos y animales de corral, correteando entre maizales en juegos de patojos.
Era un niño feliz, a pesar de su pobreza, y eso le convenció de por vida, que el dinero no lo era todo. Se compraban las cosas materiales, más no la felicidad, la libertad, eso no tenía precio, al menos, en especie monetaria, con sonido metálico.

Que se era más libre correteando y jugueteando entre sus amiguitos, al aire libre, sin tropiezos y sin prisa.
Su padre poseía una pequeña parcela, algunas hectáreas de pasto alimentaban al ganado vacuno y el niño ayudaba a sus padres, después de la escuela, en los
quehaceres de la propiedad de la familia. Se ocupaba de encerrar al ganado en sus corrales, separando las vacas de sus crías, para que pudiesen proveer de leche, la mañana siguiente. Cierto día descubrió cerca de un arroyo; detrás de la cocina de su casa, una plantita, la pobre planta hacía esfuerzos para sobrevivir entre las piedras, apenas sacaba sus hojitas hacia el cielo, buscando desesperadamente la luz del día, para que el dios sol le colmara de su energía.

Sus frágiles ramitas, endebles y sin fuerza apenas se sostenían de pié, entonces, el niño, con tanto cuidado, separó las piedras de la planta, la arrancó con ternura y la resembró más lejos, en un lugar alejado de las piedras, en un lugar más plano, a corta distancia de la casa. La cercó con varas de bambú, para protegerla de las aves de corral y de los cerdos.

A partir de entonces, todas las mañanas la regaba con agua fresca del manantial, la abonaba de tiempo en tiempo y le prodigaba todos sus cuidados.

Y la plantita creció, se hizo arbusto. ¡Era un lindo árbol de mango!

Y el niño velaba por el arbusto, cotidianamente, con esmero para que no le faltara a su arbusto, sus cuidados, su entrega.

Al correr del tiempo, el niño creció, llegó la hora de ir a la escuela, de conocer nuevos amigos. De regreso a casa, siempre llegaba al arbusto, a presentarle, a su amigo el arbusto a sus amiguitos, les pedía que le respetaran, que no le hicieran daño, porque el arbusto era su amigo. Y entre visitas de chiquillos, un buen día de primavera, el arbusto mostraba recostados sobre el entronque de sus ramitas, los primero capullos que pronto se convirtieron en flores que saturaban el espacio de un perfume delicado, suave, profundo.

Luego le surgieron ciertos botones verdes, diminutos botones verdes al principio, que se formaban al caer de las flores, eran los primeros mangos, sus primeros frutos, sus primeros retoños.

El niño se sentía feliz ¡Su amigo el arbusto le mostraba a su familia, a su prole!

Con el correr del tiempo, aquellos diminutos frutos fueron creciendo, adquiriendo un color muy peculiar, de lo verde pasaron a lo amarillo, luego en un juego policroma, se fundían los colores, luego se tiñeron de anaranjado color, hasta tornarse rojos de púrpura encendida.

Eran unos enormes, jugosos, fibrosos y deliciosos mangos, que al comerlos, sus fibras se estancaban y se enredaban entre los dientes de quienes probaban de aquel delicioso manjar, regalo del Cielo, como queriendo prolongar en el paladar, aquél gusto tan singular.

Y el arbusto proveía siempre, en todo tiempo, aquellos exquisitos y hermosos frutos.

Los más afortunados eran los niños, de ida a la escuela, o de regreso a casa, siempre encontraban dispersados por el suelo, un tapiz saturado de aquel manjar, en todo tiempo, en cualquier estación del año.

En invierno, como en verano, todos los niños degustaron, a sus pies, el fruto generoso del mango, el árbol amigo.

Y corrió el tiempo y los años también.

Y el niño se hizo adulto y el arbusto se hizo árbol.

Un buen día, simplemente, el hombre desapareció.

No se le vio más por mucho tiempo; el árbol, su amigo, alzaba sus ramas hasta el cielo para poder divisar en la lejanía, el regreso de su amigo que de seguro volvería pronto.

Parecía enviarle su mensaje con las brisas del viento, como queriendo decirle: “ A dondequiera que estés, vuelve” Y entonces, cierta tarde de verano, le vio aparecerse en el horizonte, al aproximarse vio que era acompañado de otra persona que el árbol no había visto nunca por los alrededores.

Iban tomados de la mano, se les veía sonrientes, felices y entonces el árbol vio a su amigo, el hombre, con un rostro que nunca antes le había visto.

Sonreía, emanaba una energía hasta entonces para el árbol desconocida.

El árbol no podía comprender, cosas de humanos talvez, aunque la razón era simple. ¡El hombre se había enamorado!

Sin comprender nada, obedeciendo a una ley, a una orden natural, el árbol soltó una bella flor, como prueba de su beneplácito ante tan distinguida visita.

El hombre recogió la flor del mango y la depositó en el cabello, en aquel abundante y voluminoso cabello, repostada sobre la oreja,Y la mujer sonrió.

El hombre era feliz, como nunca antes le había visto el árbol. Y se congració con él, con su felicidad contagiosa.

Y fue a la sombra del árbol que el hombre conoció el amor, se hizo hombre, degustando aquel festín que sólo el amor produce. Pero cierta vez, algunas lunas después, el hombre llegó solo, se le veía triste, muy triste, acabado, derrotado.

Se sentó a la sombra del árbol, extrajo una botella muy bien guardada y se la tomaba en grandes sorbos, mientras lloraba; el hombre sufría.

Y le contó a su amigo, el árbol su inmenso dolor, su amargura; la ingrata se había marchado, le había abandonado por irse con otro hombre, que le ofreció riquezas, la luna, el sol y las estrellas.

Y el árbol sintió entonces compasión por su amigo, le rozaba el rostro con sus ramas, le acariciaba el pelo alborotado. Y el hombre se quedó dormido a los pies de su amigo, el árbol.

Y así pasó el tiempo, para el hombre y su árbol, su amigo.

Y el adulto se hizo viejo, el árbol se hizo más árbol.

Y el viejo se sintió cansado, se sintió enfermo, fue entonces a refugiarse en las enormes y salientes raíces del mango, se reposó sobre su tronco, y poco a poco, se fue dejando llevar por los años, por los tantos años llevados encima.

Le traicionaba su cansado corazón, que le latía tan fuerte que casi le salía de sus cavidades.

Se fue quedando dormido, sabía que había llegado la hora, su última hora, miró una última vez hacia el cielo, buscando en las hojas del árbol, su amigo, su viejo amigo. Se despedía así, el viejo de su amigo; el árbol.

Y entonces, mientras el viejo moría, lentamente, sin prisa, el árbol, su amigo extendió sus ramas a ras del suelo, por un buen momento, le acarició con sus hojas el rostro, y aunque era después del medio día, sendas gotas de rocío emanaban de las hojas.

El árbol lloraba a su amigo.

Luego, envueltos ambos en una extraña neblina, el árbol se abrió desde su tronco, y aspiró el alma del hombre muerto.

Y el viejo se hizo árbol y el árbol se hizo humano.

RonyFer

jueves, 25 de junio de 2009

Importante logro de Ana María Manceda


Ana María ha obtenido su propio libro en el concurso internacional "ARTES Y LETRAS 2008"

Dedicada a escribir desde el año 2000 conforman su profusa obra relatos, poesías e incluso una novela.
Manifiesta que escribe por el placer de hacerlo y la prueba que lo hace con talento y acierto son-además de este libro cuya publicación ha ganado- numerosos otros premios por poesías y cuentos incluídos en alrededor de treinta antologías.
¡Bravo Ana María! y desde este humilde Blog "leer y Compartir" te damos las gracias porque generosamente nos has dado la oportunidad de incluir trabajos tuyos.
Que disfrutes el logro y no dudo que será un estímulo para continuar escribiendo.-

Cibernauta, o navegante ????


Cibernauta, o navegante ???? Escrito por Myriam

IV

A la vez nos dimos cuenta que no era persona como para temerle…..parecía un investigador…nos mostró la foto de su laboratorio…No queríamos pensar mal.

No obstante, hasta ahora no habíamos podido sacarle una sola palabra coherente.

¿De dónde había sacado nuestra dirección? ¿Quién lo había mandado? ¿De dónde venía? ¿Cómo había viajado?

En ningún momento pensamos que fuera turista.

No tenía ningún signo identificable a nada conocido.

Era posible que necesitara que le abriéramos camino por algún trabajo, o conexiones… tal vez quería establecerse acá en la exótica Patagonia…o vaya a saber qué cosa se traería entre manos….

Mientras yo me disponía calentar un café, y mi marido ponía un mantelito sobre la mesa, él se quitó el sombreo y lo colgó de la percha, se acomodó con las manos el pelo, llevándolo hacia atrás, y sacudiendo la cabeza, se sacó el sobretodo y también lo colgó del perchero, verificó su perfil en el espejo, irguiendo su pequeña figura y comenzó a tararear algo así como unas bulerías ( creo ) a la vez que se movía,.sacudiendo su cuerpo como en un zapateo de punta taco y taco punta, y aplaudía rítmicamente (flamenco?).

Me resulta difícil describir lo que fuimos viviendo a partir de este momento…. Porque no conozco demasiado de música y bailes regionales…. Pero creo que éstos eran de origen español, según guardo algún recuerdo de lo que hube aprendido en mi niñez, visto o escuchado… (Continuará)

martes, 16 de junio de 2009

Cibernauta, o navegante ????


Cibernauta, o navegante ???? Escrito por Myriam



III

Volví a mirar por la ventana y me mostró el papelito, señalándome la dirección que coincidía con la nuestra, y mi nombre.

Supuse que sería conocido de algún amigo nuestro y sin pensar demasiado, le abrí la puerta y entró, dando exclamaciones de alegría, entre risitas y saltitos, acercándoseme y envolviéndome en un cálido abrazo…… que me dejó atónita y aterrada a la vez.

Lo separé, apartándolo con mis brazos, con la energía suficiente, como para hacerlo tambalear, hasta que se apoyó contra la pared.

El también perdió la tranquilidad, y me miró fijamente a los ojos, intrigado.

Comenzó a balbucear palabras incomprensibles, esforzándose por hacerse entender, y poniendo su mejor cara de bueno, como para que bajáramos la guardia.

Ya había entrado en escena mi marido, que había escuchado la puerta, las exclamaciones y el forcejeo.

Dirigiéndose a él, le preguntó muy seriamente, quién era y qué deseaba.

El personaje, comenzó a restregarse las manos, y metiendo una mano en su bolsillo sacó una foto, donde aparecía él en su laboratorio, según se podía leer al dorso.

A la vez se señalaba el pecho y movía la cabeza como saludando a lo chino…. Y entendimos que era su laboratorio…… no puedo explicar exactamente cómo entendimos esto…. Pero así fue.

Nos hizo señas que tenía hambre (!!)

Mi marido y yo, que ya sin hablar sabemos qué pensamos… nos miramos considerando que era un confianzudo, pero, pensamos, tampoco se le puede negar comida a un hambriento!!

También en un tácito común acuerdo, intrigados los dos con la visita, decidimos investigarlo, con cierto resquemor, pero….(Continuará)

sábado, 13 de junio de 2009

LA DUEÑA DEL MUNDO.

LA DUEÑA DEL MUNDO. Ana María Manceda



Es irónico, al menos risueño, ir en un bus hacia el trabajo 
una mañana de primavera y sentirse la dueña del mundo 
porque sí, porque los ojos inmensos brillan , el cerebro bulle de proyectos y las hormonas esclavizan el cuerpo. 
Soy la dueña del mundo. Vivo al límite, por eso he llorado y he escrito un poema esta mañana, tan solo esta mañana por la guerra de Viet-Nam. 
El otro día, la semana pasada fue por lo de la FAO.¡ Hay hambre en el mundo! Mientras la lluvia cae insobornable sobre la historia, arrasando las espigas y las esperanzas. La sequía acecha, el desierto acecha. Y los pájaros cantan sobre la tierra. 
Soy la dueña del mundo, no me alcanza el tiempo, aún a los dueños del mundo no les alcanza el tiempo. 
Por la tarde, mientras el sol se cuelga e insiste empujando los vitrales del subsuelo , ayudado por los aromas de las flores del bosque que abraza a la Facultad, me sorprende extasiada mirando por el microscopio ; una célula vegetal o la espora de un hongo o el perfecto cristal de una roca. 
Yo extasiada, y no me alcanza el tiempo. 
Por la noche el azar me lleva , el tiempo tampoco alcanza 
las estrellas se alejan, mis manos, mi cuerpo no pueden seguirlas 
quizás mi cerebro. sí mi cerebro, sí mi cerebro. 
Amanece. La dueña del mundo comienza su ebullición. 
Ocurren tantas cosas en el planeta y la familia sigue la estúpida, nociva 
tarea de autodestruirse, mientras ocurren tantas cosas en el planeta. 
La lluvia cae y el desierto acecha. Los pájaros siempre cantan. 
Olores, jazmines, río , noche húmeda. sabores, panchos, pizzas, asados. 
Crepúsculo y cerveza. Amores. Libros, libros, libros. Música, amigos, 
se juega a ser hippie, bellos, comprometidos. Recitamos poemas en francés. 
Es irónico, al menos risueño ir en un bus y sentirse, porque sí, 
la dueña del mundo. Hace mucho, mucho tiempo. Ahora es más irónico aún. 
Amanece, caen copos de nieve en mi jardín 
en la cama, un cuaderno, una lapicera y mi cerebro 
sí , mi cerebro ¡ Flasch! Y soy la dueña del mundo.****** 

ANA MARÍA MANCEDA . SAN MARTÍN DE LOS ANDES. ARGENTINA 



Cibernauta, o navegante ????                               Escrito por Myriam


II

Últimamente, también, el manejo de la cámara digital, renovó en mí el gusto por la fotografía.

Por lo que siempre estoy atenta a las imágenes que pudiera captar, de manera que llevo siempre conmigo, la camarita lista a disparar.

La primavera nos castigaba, retardando la llegada de los días tibios y soleados, y en cambio, los fríos del invierno, con las ráfagas de vientos huracanados no cejaban.

Yo miraba por la ventana, la calle desierta, la tierra seca, los árboles semidesnudos, y el cielo gris de la mañana, pensando el recorrido que debíamos hacer en nuestra visita diaria al pueblo, y organizándome, cuando veo acercarse un señor, pequeño, con sobretodo hasta el suelo, y galera ( no sé si galera o un sombrero alto) negra.

Su imagen me recordó a Tulouse Lautrec.

Caminaba a los saltitos, mirando hacia uno y otro lado, con movimientos nerviosos, a la vez que, me pareció, que leía algo en un papelito que sacaba del bolsillo y lo volvía a guardar.

No podía apartarme de la ventana, ni dejar de mirarlo.

Me preparé para tomar la foto, que bajé y ubiqué en el Clan.

Cerré la cámara, pero seguí concentrada en él, que ya estaba cruzando el jardín de mi casa y acercándose a la puerta.

Comprobó la numeración de la calle, nuevamente con el papelito que sacó del bolsillo, y buscó el timbre, que no encontró, porque no hay.

Golpeó timidamente.

Yo desconfié. (Continuará)

jueves, 11 de junio de 2009

Cibernauta, o navegante ????


Cibernauta, o navegante ????                               Escrito por Myriam

 

Seguramente que estoy algo obsesionada con el uso desmedido de este aparato, caja, o como quiera llamarse este artefacto, a través de cuya pantalla nos conectamos con seres invisibles, pero que son personas como nosotros.

Como yo empecé de grande, bastante grande, porque mientras fui joven no existía,  tuve que acomodarme a su uso, y cuando más o menos entendí el mecanismo, quedé aprisionada dentro de sus mágicas ilusiones, hice contactos con familiares, conocidos, amigos, y gente con quienes llegué a familiarizarme, haciendo amistades, y compartiendo partes de nuestras vidas.

Parece que este encantamiento les ataca particularmente a los adolescentes, pero quienes me conocen, saben que yo ya pasé esa etapa….. aunque es real que , no todos, pero algunos, especialmente "diferentes" siempre conservan veinte años en un rincón del corazón….. ylo mejor, en su cabeza…. Lo que permite seguir, como si tal cosa, caminando por la vida, asimilando saberes, y forjando nuevas expectativas…. En fin superándose.

Por lo tanto no me quejo, sino que me complazco en ser así, y poder disfrutar de lo que no existía en mis reales veinte años.

El hecho es que esta manera de ser mía, me introdujo, a conexiones más que interesantes, y, como suele ocurrir, con  centros de interés comunes a los míos.

.

Pero, sin más dilaciones quiero entregar a conocimiento de ustedes, algo fuera de lo común que he vivido en estos días.(Continuará)

domingo, 7 de junio de 2009

Poesía de Ana María Manceda


LOS CABALLOS. ANA MARÍA MANCEDA

(En “ANALOGÍAS” DE SECRETARÍA DE CULTURA DE SAN MARTÍN DE LOS

ANDES).

 

 

Los caballos trotan...

Van dejando su huella, abriendo camino

pasaron sigilosos, asombrados

cuando el hombre dibujó sus primeros signos.

Siguieron trotando,

año tras año, siglo tras siglo

trota que trota...

En su derrotero descubrieron puentes,

castillos, catedrales, ciudades.

Los caballos siguieron trotando

y vivieron guerras y vivieron guerras,

Cruzaron la Antigüedad,

la modernidad y la post-modernidad,

siendo testigos de las maravillas

creadas por el genio del hombre,

vacunas, esculturas, poemas, colores, amores

y la sublime armonía de los ángeles, la música

Siguieron trotando, trota que trota...

Aterrorizados vieron hongos gigantes en el cielo

y juguetes maravillosos buscando la luna.

Siguieron trotando, trota que trota...

por campos minados de miseria y hambre

por cosmopolitas urbes de privilegios

y vivieron guerras y vivieron guerras.

En su largo viaje de agonía y éxtasis

presenciaron la extinción de aves,

peces, grandes mamíferos, árboles y flores.

Todo obra del hombre, todo obra del hombre.

Siguieron trotando..

 

pero van vislumbrando el final del viaje,

saben que verán siempre lo mismo,

el esplendor y la miseria, el altruismo y el egoísmo

y verán guerras y verán guerras...

****************

 

jueves, 4 de junio de 2009

La Chacra


(23-2-2005)

                                                En "La Chacra" de mi infancia había vida, color, movimiento, sabores, aroma y todo amalgamado por el amor de mamá. No recuerdo nunca haber pasado hambre; nunca faltó un desayuno o una merienda, tampoco un almuerzo ni una cena.

                                                No había sofisticación: todo era sencillo pero suficiente. Por eso amo mi infancia donde la chacra era un refugio que, con los años se perpetuó en mi familia.

Los reyes muchas veces llegaron y otras no; pero eso lo considero una sofisticación superflua.

La fantasía infantil suplía juguetes y mucho más. Los árboles de aquella chacra a veces eran edificios de una ciudad :"Florida"; un árbol caído o inclinado podía ser un tren o un barco y una herramienta grande de labranza, de esas que eran traccionadas por un caballo, podía ser un automóvil u otro transporte raro y novedoso.

Viajar en aquella chata de cuatro ruedas , tirada por dos caballos, con que mis hermanos mayores transportaban los productos de su faena , podía ser un viaje maravilloso a velocidad vertiginosa por lugares exóticos de ciudades lejanas. (......)