martes, 22 de mayo de 2012

Bertolt Brecht


Bertolt Brecht


Reseña biográfica
Poeta y dramaturgo alemán (  n.Augsburgo en 1898-f. Berlín Este:1956. )

Sitio Consultado: www.amediavoz.com/brecht.htm

Otra obra dramática de Brecht es "Los Fusiles de Madre Carrar" cuya traducción alguna vez he leído en español, se ubica en 1937 en una casa de pescadores de Andalucía (España).Se incluye a continuación el fragmento de un comentario, que pueden leer completo en el sitio:http://tumagteatro.blogspot.com.ar/


Madre Carrar es una viuda renuente a que sus hijos, por razones morales y religiosas participen en la lucha armada. Los hechos inmediatos, en vertiginoso desarrollo, terminan por cercarla y envolverla en ese remolino de violencia que la conducirá al frente de batalla, al lado de su hermano y de su hijo menor sobreviviente.
Esta obra, señala el autor, se desarrolla “una noche de abril, de 1937, en una casa de pescadores de Andalucía”. Es un momento, nada más, de lo que sucedió en ese laboratorio de la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil Española, monumental fracaso de convivencia que costó a España un millón de muertos y un millón de exiliados.

 Siendo estudiante de medicina  servió en un hospital de la Armada alemana durante la Iª Guerra mundial.
Por su  ideología marxista debió exiliarse sucesivamente en Dinamarca, Finlandia, Rusia, Estados Unidos y finalmente Suiza.
De esta época datan importantes producciones de corte social y político, con  tendencia anti-burguesa y en ocasiones satírica: "Tambores en la noche" 1922, "La ópera de cuatro cuartos" 1928, "Galileo" 1939,"La buena persona de Sezuan"1940, "Madre Coraje" 1941 y "La inevitable ascensión de Arturo Ui" 1942, entre otras.
La gran dimensión de su obra dramática y poética sólo fue reconocida en 
los últimos años de su vida y ha trascendido hasta la actual generación.

lunes, 14 de mayo de 2012

Bertolt Brecht


La infanticida Marie Farrar 

1
Marie Farrar, nacida en abril,
menor, sin señas particulares, raquítica, huérfana,
hasta el presente no fichada, dice haber
asesinado a un niño de la siguiente manera:

Que ya en el segundo mes intentó
en lo de una mujer que vivía en un sótano
abortarlo con dos inyecciones, que declara
fueron dolorosas. Pero no quiso salir.
Y a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.

2
A pesar de ello dice haber pagado en el acto
lo convenido y desde entonces haber usado faja,
también bebió kerosen con pimienta molida;
pero que todo eso no hizo sino provocarle diarrea.
Que su cuerpo se hinchó a ojos vistas y que tuvo
dolores agudos, mientras lavaba los platos, muchas veces.
Ella misma, dice, aún no había dejado de crecer.
Que le rezó a la virgen, con mucha esperanza.
En cuanto a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar,
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.

3
Al parecer, las oraciones no dieron resultado.
También, era mucho pedir. Cuando se puso más gruesa
le daban mareos durante la misa. Sentía el cuerpo húmedo
de miedo, cuando se arrodillaba al pie del altar.
Sin embargo, mantuvo en secreto su estado,
hasta que finalmente la sorprendió el parto.
Pudo ocultarlo todo, seguramente porque nadie creía que ella
tan sin gracia, hubiera caído en la tentación.
Y a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Puesto toda criatura necesita ayuda de todas las demás.

4
Que ese día, según ella, muy de madrugada
al lavar la escalera sintió que le clavaban
uñas en el vientre. El dolor la estremecía.
Y, sin embargo, logró disimularlo.
Todo el día. Mientras cuelga la ropa
la cabeza le estalla: de repente se da cuenta
que va a parir y siente un gran peso
sobre el corazón. Solo muy tarde sube al cuarto.
Pero a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.

5
La llamaron de nuevo cuando ya se había acostado,
había nevado y tuvo que barrer.
Así hasta las once. Aquel fue un largo día.
Solo entrada la noche pudo parir en paz.
Y dio a luz, así declara, a un niño varón,
a un hijo que era igual a otros hijos,
pero ella no era igual que otras madres, eso
quiero aclararlo sin ironía y sin mayor motivo.
En cuanto a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.

6
Dejémosla que siga relatando
lo que con ese hijo pasó
(dijo que no pensaba guardarse una palabra)
para que todos lo sepan y se ubiquen.
Dice que a poco de acostarse sintió intenso malestar,
sin saber qué podría ocurrir,
pues estaba sola, y que se forzó a no gritar.
Y yo a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.

7
Con sus últimas fuerzas, dice que luego,
como su cuarto estaba helado, se arrastró
hasta el retrete y allí (no recuerda exactamente
en qué momento), sin más vueltas, parió
hacia el amanecer. Dice que entonces se sintió
muy confusa, y luego, ya medio congelada,
porque en el baño de servicio entra la nieve,
apenas tuvo fuerzas para alzar al niño.
En cuanto a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.

8
Luego, entre el baño y la pieza -dice que hasta entonces
no había pasado nada-, la criatura
comenzó a gritar, eso la alteró de tal manera,
que la golpeó con ambos puños y con fuerza,
ciegamente, dice, hasta que se calló.
Luego de ello se llevó el cuerpito consigo
a la cama por el resto de la noche
y de mañana lo escondió en el lavadero.
Pero a ustedes, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.

9
Marie Farrar, nacida en abril,
muerta en la prisión de Meissen
madre soltera, sentenciada, quiere
mostrarles los sufrimientos de todas las criaturas.
Ustedes que dan a luz en limpias
camas de maternidad y llaman
"benditos" a sus vientres preñados quieran
no condenar a los débiles perdidos
pues sus pecados fueron duros y su dolor fue grande.
Por eso, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.

sábado, 12 de mayo de 2012

Bertolt Brecht




                                             El jardín del edén de Jan Brueghel y Rubens 
Canción de la mujer

1. De noche junto al río en el oscuro corazón de los arbustos
a veces vuelvo a ver su rostro, el de la mujer que amé: mi
mujer, que murió.

2. Hace ya muchos años, y a ratos ya no sé nada de ella, la
que antes lo fue todo, pero todo se marchita.

3. Y ella era en mí como un pequeño enebro en las estepas de
Mongolia, cóncavas, con el cielo amarillo pálido y de gran tristeza.

4. Vivíamos en una cabaña negra junto al río, Los mosquitos 
solían perforar su blanco cuerpo, y yo leía el periódico
siete veces o decía: tu pelo tiene un color sucio. O: no tienes corazón.

5. Pero un día, cuando estaba yo lavando mi camisa en la
cabaña, ella se acercó a la puerta y me miró y quería salir.

6. Y quien le había pegado hasta cansarse, dijo: ángel mío.

7. Y quien le había dicho te quiero la condujo fuera y
riendo miró al aire y alabó el buen tiempo y le dio la mano.

8. Como ya estaban afuera, al aire libre, y la cabaña estaba
desierta, cerró la puerta y se sentó tras el periódico.

9. Desde entonces no la he vuelto a ver, y de ella sólo quedó
el gritito que dio cuando por la mañana volvió a la puerta que
ya estaba cerrada.

10. Ahora la cabaña se ha podrido y mi pecho está relleno de
papel de periódico y por las noches tumbado junto al río en
el oscuro corazón de los arbustos me acuerdo de ella.

11. El viento lleva olor a hierba en el pelo y el agua grita sin
fin pidiendo calma a Dios, y en mi lengua tengo un sabor amargo.

Versión de Jesús Munárriz y Jenaro Talens


Este poema y otros del mismo autor pueden leerse ingresando al sitio: WWW.amediavoz.com/brecht.htm

lunes, 7 de mayo de 2012

Bertolt Brecht




Preguntas de un obrero que lee


                                    Pintura: Desocupados , de Antonio Berni (Argentino)

¿Quién construyó Tebas, la de las Siete Puertas?
En los libros figuran sólo nombres de reyes.
¿Acaso arrastraron ellos los bloques de piedra?
Y Babilonia, mil veces destruida,
¿quién la volvió a levantar otras tantas? Quienes edificaron
la dorada Lima, ¿en qué casas vivían?
¿Adónde fueron la noche
en que se terminó la Gran Muralla, sus albañiles?
Llena está de arcos triunfales
Roma la grande. Sus cesares
¿sobre quiénes triunfaron? Bizancio,
tantas veces cantada, para sus habitantes
¿sólo tenía palacios? Hasta en la legendaria
Atlántida, la noche en que el mar se la tragó, los que se ahogaban
pedían, bramando, ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él solo?
César venció a los galos.
¿No llevaba siquiera a un cocinero?
Felipe II lloró al saber su flota hundida.
¿No lloró más que él?
Federico de Prusia ganó la guerra de los Treinta Años.
¿Quién la ganó también?
Un triunfo en cada página,
¿Quién preparaba los festines?
Un gran hombre cada diez años.
¿Quién pagaba los gastos?

A tantas historias,
tantas preguntas.


Grabado antiguo sobre la esclavitud de personas africanas.