martes, 24 de enero de 2023
UNA POESIA DE MIGUEL ANDRÉS CAMINO
VIDA EN LA MONTAÑA
A respirar el aire de las sierras,
salía, por costumbre, de mañana,
envuelto en los vapores de la niebla
como en un poncho de harinita de agua.
Escuchaba el balar de las ovejas,
el mugido lejano de las vacas,
el hueco resonar de los cencerros,
el rodar de los riscos en las faldas,
el seco martillar del carpintero,
el silvo del zorzal en las quebradas,
el goterón pausado del rocío
al desprenderse en llanto de las ramas.
Aspiraba humedad de riscos y hongos,
el acre fermentar de la hojarasca,
el picor perfumado del tomillo
y el vaho amoniacal de las majadas.
En horas de placer apetecía
el manso florecer de las zagalas
y acumulaba ardor y nuevos bríos
nutriéndome de frutas y cuajadas.
Bañábame en color y en armonía.
Perfumaba mi cuerpo con manzanas,
atigrando mi piel con los lunares
de sol terciopelado que esplendían
entre la sombra azul de la enramada,
Y TAL UN CARACOL PUESTO AL OÍDO,
LA VIDA RESONABA DENTRO MI ALMA.
POESÍA DE MIGUEL A. CAMINO
EL POETA DE SAN MARTÍN DE LOS ANDES
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