jueves, 8 de junio de 2017

UN POEMA DE BEATRIZ BEVAGNA

EL ALMA MIA




Yo pongo el alma mía donde quiero.
Donde los pájaros que anidan en las nubes,
O en los bosques fecundos de los cerros.
Donde el sol bendice los sembrados,
O los devasta y condena con sus rayos.
Allí pongo mi alma,
Donde quiero.
Donde rompen las olas
y se estremece el suelo.
Donde el volcán salvaje,
estalla con lava y estruendo.
Allí pongo mi alma,
Donde quiero.
No trates de atraparla amado mío.
Porque mi alma es libre.
Sino, muero.
Libre como el rayo y como el trueno.
Y es también la lluvia que moja los inviernos.
Libre como nieve inmaculada que,
Sorprende a la noche en su silencio.
Y viste al bosque dormido con su magia.
Allí pongo mi alma,
Donde quiero.
Y no trates de aquietarla amado mío.
Porque mi alma es libre.


Como el viento.
Y es la tormenta de arena en el desierto.
Libre como los ríos y cascadas,
Que se vierten besando la montaña.
Soy el agua helada que corre y se derrama
Cortejando al lago insondable, de esmeralda.
Esa soy yo,
Y esa es mi alma.
Nunca jamás la detengas amor mío.
Aunque se muestre mansa como estanque.
Porque es indomable...Temeraria como fuego.
Ya no me preguntes más por qué me alejo.
O en qué rincón fugaz desaparezco.
Sí.Huyo con mi alma y con mis sueños.
Porque la vida y la espuma,
Duran solo un momento.
Y es que yo busco el infinito ¿sabes?
Porque quiero estar con Dios.
O en los infiernos.



2 comentarios:

  1. Me encanto , muy bueno , actualmente estoy leyendo el libro que publicaron ustedes , muy interesante , un abrazo

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  2. Gracias Berta, por visitar este blog y el Libro. Un cordial y afectuoso saludo. Carlos.

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