sábado, 9 de noviembre de 2019

KHALIL GIBRAN ( 1833- 1931)





KHALIL  GIBRAN 









Fue un poeta, filósofo y artista nacido en el Líbano. Sus obras que incluyen poesía y prosa se han traducido a más de veinte idiomas.       


Nació el 6 de diciembre de 1833 en Bicharre, en las montañas del Líbano. 


En 1894 emigra a los EEUU  y se radica en Boston donde aprende el idioma inglés sin dejar su idioma nativo que retomará al volver a  su patria en 1898 donde permanece hasta 1902, completando sus estudios  árabes en el Colegio de la Sabiduría de Beirut.


Posteriormente vuelve  a Boston y gana una beca para estudiar pintura en Paris hasta 1910. También se destacó como artista plástico, ilustró algunas de sus obras y sus dibujos y pinturas se han expuesto en las principales ciudades del mundo. 


Ese mismo año vuelve a los EEUU donde vivirá y allí morirá en el año 1931.


Sus obras más conocidas son   "Alas rotas" (1912)"El Loco"(1918)"El Precursor (19209; "El Loco"(1918); "El Profeta" (1923); "Arena y Espuma" (1927); "Jesús, Hijo del Hombre" (1928) y "Los Dioses de la Tierra" (1931) y en cuanto a sus obras "La voz del Maestro" y " Dichos Espirituales" fueron publicadas después de su muerte, la primera en 1959 y la segunda en 1963. 

Sigue el texto con que da inicio a su obra "El Loco":

Me preguntas cómo...
Me preguntas cómo me volví loco. Ocurrió así:
Un día,  mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de u  profundo sueño y descubrí que se habían robado todas mis máscaras, las siete máscaras que había modelado y usado en siete vidas.
Hui sin máscara por las atestadas calles gritando: "¡Ladrones! ladrones! ¡Malditos ladrones!".
Hombres y mujeres se reían de mi, y algunos corrieron a sus casas temerosos de mi.
Y cuando llegué a la plaza del mercado, un muchacho de pie sobre el techo de una casa, gritó: 
"¡Es un loco!"
Alcé la vista para mirarlo y por primera vez el sol besó mi rostro desnudo. Por primara vez el sol besó mi rostro desnudo, y mi alma se inflamó de amor por el sol y ya no deseé más mis máscaras. Cómo en éxtasis grité: "¡Benditos, benditos sean los ladrones que me han robado mis máscaras!".
Así fue como me volví loco.
Y he hallado  libertad y salvación en mi locura; la libertad de estar solo y a salvo de ser comprendido, porque aquellos que nos comprenden esclavizan algo nuestro.


Proximamente otros fragmentos y poesías de Khalil Gibrán


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