viernes, 18 de marzo de 2022

Augusto Roa Bastos (Entrada en preparación)

 Es el escritor más importante del Paraguay y uno de los mas notables de la literatura latinoamericana. Escribió novelas, cuentos y guiones cinematográficos además de haber ejercido el periodismo. Nació en la ciudad de Asunción, capital de su país el 13 de junio de 1917 y falleció en la misma ciudad el 26 de abril de 2005. 

Su novela "Yo el supremo" es una de las más importantes de la literatura de la lengua española y se refiere al dictador paraguayo Alfredo Stroessner .  La escribió estando exiliado en Argentina, justamente por ser peseguido por aquel.

Otras novelas suyas, muy exitosas son "Hijo de Hombre" (1960) y El fiscal (1993)


Son famosos sus cuentos, entre los cuales se cuentan "Cuerpo presente", Chepé Bolivar, Contar un cuento, El baldío, El prisionero, Juegos nocturnos, la excavación..

En su narrativa hay mucho de realismo mágico.

Entre los guiones para el cine se destaca : Choferes del Chaco, película hecha en 1961 por el sello Argentina sono Film. Y el contenido es la guerra entre Bolivia y Paraguay que tuvo por escenario esa zona llamada Chaco, entre 1932 y 1935.

Fragmentos de....

El prisionero

El rancho estaba situado en un punto estratégico; dominaba la única salida de la zona de los esteros donde se estaban realizando las batidas y donde se suponía permanecía oculta la última montonera rebelde de esa región. El rancho era algo así como el centro de operaciones del destacamento gubernista.

Juegos nocturnos

Desde algunas cuadras, la música chirriante de un amplificador arrastra sus ecos entre los árboles y rebota contra los vidrios con un tenue susurro. La luz del velador, encapuchada con una vieja cartulina de almanaque, agranda aún más la figura tendida en la cama. Las tostaduras del foco han rajado el cucurucho en unas estrías de luz más viva, que no alcanzan a alterar sin embargo la densidad uniforme de la penumbra. En el círculo iluminado solo emergen el libro y la mano que lo sostiene, subiendo y bajando sobre el lento y desigual balanceo del pecho. A veces la respiración se detiene, y el aire acumulado se va desagotando en la emisión de las frases con el contenido desinflarse de un suspiro, de un bostezo. La cabeza se mueve apenas siguiendo las líneas, sin interrumpir la inmovilidad de flotación en la que el hombre parece encallado.

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