lunes, 11 de febrero de 2019

"Despué" poema de Miguel Andrés Camino

       Del libro "Poemario Silbando" de Miguel Andrés Camino (El poeta de San Martín de los Andes)
Unieron sus corazones
la Felicinda y Ciriaco
en la hondura de aquel beso
que floreciera en sus labios.

Discretos testigos fueron
de sus dulces arrebatos
las fuentes y los arroyos
los bosques, flores y pájaros.

-¿Qué te aflige ? requería,
tiempo después, el amado,
y ella, en silencio y confusa
refugiábase en sus brazos.

Y nunca ya fue posible
ver a los enamorados
pasearse por el faldeo
contemplándose en los ojos
prendiditos de la mano.

Y Fidel comenzó así

¡Solo desde niño estoy!                                      
Mi probe maire murió
ensartá por una vaca.
De cuando muerta la vide,
ricuerdo qu'era muy blanca;
y como no hay ciminterio
ni otro rancho mas que este
a diez leguas de distancia,
la enterraron como a perro
al pie de aquella barranca.

Por eso no jui a la escuela
ni tampoco tuve infancia;
mis juegos fueron trajines,
un puro mandao, campiar,
y pastoriar la majada,
o picanear a los gueyes
en las horas de labranzas.

Cuando juí hombre, el patrón
por haberlos yo criao
me regaló unos guachitos
y en el fondo'e la quebrada
m'hice de unco una ruca                                        
y un corral de pura rama.

Después me echaron de allí
por intruso y por vagancia;
y los pocos animales
que componían mi fianza,
se los comió la justicia;
y para poder vivir,
volví de nuevo a esta estancia.

Y ahora me piden, caray
que olvide mis esperanzas,
y que embrome a mi patrón
sentándome en la retranca,
po qué se yo qué cuestiones,
que no entiende mi ignorancia,
y aseguran que no hay Dios,
y que el infierno es macana,
y que la virgen María...
es una...mala palabra.

Yo me quisiera vengar
por todo el mal que m´hicieron,
pero cuanto más lo pienso
tantito más me acobarda;
¿Y qu'ei de hacer, yo, señor,
si ya no tengo caballos,
si vivo a juerza'e manzanas,
y solo me queda el perro
y este negro crucifijo
que fue de mi pobre maire
hasta su última boquiada?
¡Y este si que no lo dejo!,
ni tampoco me lo arrancan,
porque lo llevo metío
muy adentro de mi alma.

En esta cruz dejó un beso
cuando muriéndose estaba;
en ella aprendí a rezar
el padre nuestro y el ave,
cuando mi maire, la probe,
pa que supiera ser gueno,
me sentaba en sus rodillas
y bajito me enseñaba
cosas que ya ni me acuerdo
porque tan lejazas andan,
y son ahora sollozos
que me anudan la garganta.

En la cocina del puesto
todos callados estaban.
Del fogón en la ceniza
Fidel dibujó una cruz
con la punta de una rama.

Y al despedirse la tarde,
hasta la triste reunión
del puesto de aquella estancia,
como el gemir de bordonas,
llegaba por bocanadas,
el rumor de los torrentes
mezclado a los lastimeros
balidos de la majada.
                            ***************************************                    

Notas: 1) El libro "Poemario Silbando" que componen poemas del poeta Miguel Andrés Camino,
(2) Ruca: casa en idioma mapuche.

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Hola. Yo soy bisnieto de Carlos Hermenegildo Salas. Estoy buscando datos de Carlos para armar mi arbol genealogico. Mi mail es pankiycerebro4@gmail.com 

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