Carta sexta
Como dije en la anterior,
me quedan migas de vos
y hay olor a soledad
en la cocina,
hoy me visitaron las hormigas.
Ayer como un perro perdido
te busqué por Caballito,
en el bar de siempre,
como cuando venías
con tu boina té y tu recato,
y me decía:¿qué me habrá visto?
Ella tan victoriana,tan
aferrada almandato:
-El deber ante todo,
la palabra de Dios, los horarios,
los largos desfiles militares,
el cine de Chabrol, las medias lunas.
Y yo, con mi balumba ortera.
entangado, milongueado
y aplazado en el querer,
yo, como un árbol seco
sin sombra sin fruto,
en un ataque de savia,
comencé a florecer.
Cacho Carucci.
No hay comentarios:
Publicar un comentario