....Tú tienes la forma de una fuente no de agua sino de tiempo En lo alto del chorro de la fuente saltan mis pedazos el fui, el soy, el no soy todavía, mi vida no pesa El pasado se adelgaza. El futuro es un poco de agua en tus ojos “ Trowbridge Street” Octavio Paz. |
IV
De regreso entré corriendo a la casa, ya estaba llena de gente, amigos de mis padres y vecinos. Al costado de la cintura del vestido colgaba una pequeña bolsa con puntillas, ahí todos depositaban algunas monedas o billetes, eran los regalos. Fui hacia el fondo cerca de la huerta, sobre el piso de tierra , estaban haciendo un asado. El patio era inmenso y con los chicos hacíamos un barullo que competía con el ruido de la música de la radio y la charla de los adultos. Al aviso - ¡Ya están las empanadas! Todo fue una estampida. Sobre la mesa de la cocina, en una inmensa fuente enlozada, brillaban, doradas por la fritura en la olla de hierro, las famosas empanadas tucumanas. Tomé una, de manera atropellada le hinqué los dientes, sentí el calor en el pecho. Un chorro de jugo grasoso, colorado , se derramó sobre las puntillas y bordados del blanco vestido de holandesa. Casi me pongo a llorar, pero no, era mi fiesta, me fui a cambiar, no iba a arruinar un día tan especial. Entré en mi habitación, cuando me estaba cambiando sentí risitas y murmullos, me acerqué a la puerta, seguí por el corto pasillo que daba al living, todo estaba oscuro para evitar la entrada de la luz y de las moscas, los días eran calurosos. Espié tras las cortinas de brocado, en un rincón de la sala, entre penumbras, divisé la silueta de mi padre jugando con los cabellos de una mujer, ella se agachaba y movía como tratando de esquivarlo pero se quedaba. No quise ver más, huí en busca de mis amigos, pero en ese día ya nada tenía sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario