Considera con indulgencia a los hombres que se embriagan.
Tú tienes otros defectos
Si quieres conocer la paz, la serenidad, vuelve los ojos
a los desheredados de la tierra, a los que gimen en el infortunio.
Procura que tu prójimo no tenga que sufrir de tu sabiduría.
Domínate siempre, no te abandones a la cólera.
Si quieres encaminarte a la paz definitiva, sonríe
al Destino que te hiere y no hieras a nadie.
(De las “Rubaiyyat”)
No hay comentarios:
Publicar un comentario