miércoles, 6 de enero de 2010

"EL REGALO DE LOS REYES MAGOS"

Autor:O'Henry

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Un dólar y ochenta y siete centavos. Eso era todo. Un dólar y ochenta y siete centavos, reunidos uno a uno, , a fuerza de regatear centavo tras centavo al almacenero, al verdulero, al carnicero, sintiendo las mejillas ardiendo con la vergüenza que significa esa mezquindad. Tres veces contó Delia esta pequeña suma.

Un dólar y ochenta y siete centavos. ¡Y al otro día sería navidad! Se echó, gimiendo, en su angosta cama, recordando aquella máxima en la que se explica que la vida está hecha de contrariedades, sinsabores y cosas por el estilo.

Dejemos a Delia entregada a estos pensamientos y dirijamos una mirada a su hogar: un piso amueblado por el que se pagaban ocho dólares semanales. En la puerta del vestíbulo había un buzón en el cual no se hubiera podido echar ninguna carta, y un timbre eléctrico del cual ningún dedo humano hubiera conseguido arrancar un sonido. Debajo de éste aparecía una tarjeta , que ostentaba el nombre de "James Dillingham Young". El "Dillingham" había sido desplegado a todos los vientos , durante aquel antiguo período de prosperidad en el que su poseedor ganaba treinta dóars semanales. Ahora, cuando el ingreso fue diminuído a veinte dólares, as letras de "Dillingham" aparecían confusas, como si pensaran seriamente en irse contrayendo hasta convertirseen una modesta y vulgar "D" . Pero, en cambio, a cualquier hora que Mr. James Dillingham Young llegara a su casa, Mrs. James Dillingham Young a quien hemos presentado como Delia, lo llamaba "Jim" y lo abrazaba muy fuerte , lo cual era muy lindo.

Delia terminó de llorar y pasó el cisne por sus mejillas. Luego se paró al lado de la ventana y comenzó de nuevo a buscar una solución a su problema. Mañana sería navidad y ella disponía solamente de un dólar y ochenta y siete centavos para comprar algún regalo a Jim. Veinte dólares semanales no alcanzan para mucho. Los gastos personales resultaron mucho mayores que lo que había calculado. Siempre sucede así. Solamente un dólar y ochenta y siete centavos para hacer un regalo a Jim. Su Jim. Muchas horas felices pasó Delia imaginando algún presente bonito para él. Alguna cosa fina, rara , de valor; algo que se pareciera un poco al honor de pertenecer a Jim. (Continuará)

El Autor

O. Henry seudónimo del escritor, periodista, y cuentista estadounidense William Sydney Porter (1862 1910). Se le considera uno de los maestros del relato breve destacándose por sus finales narrativos sorpresivos.

Desde la infancia William era un gran lector y alumno estudioso, que se graduó en la escuela elemental en 1876. Muchos autores posteriores se inspiraron en su obra , en su estilo, por ejemplo Truman capote.-


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