miércoles, 11 de agosto de 2010

ANTÓN CHÉJOV , DRAMATURGO Y NARRADOR

Un día, en el anteúltimo año de mi escuela secundaria (*) vi a mis compañeras/os del curso precedente, interpretar una encantadora obra breve : “El pedido de mano”de Anton Chéjov.- Una comedia ágil y graciosa, ubicada en el campo, cuyos pintorescos personajes son : un padre, dicharachero y de carácter, preocupado por casar a una hija, en riesgo de quedarse soltera a quienes se agrega el pretendiente que los visita para pedir la mano de aquella.
Fue mi primer conocimiento del excelente narrador y dramaturgo ruso (1860-1904).
Quedé enamorado de esa “obrita”, al punto que casi treinta años más tarde promoví una puesta que hicimos desde la Biblioteca “4 de Febrero” y presentamos en el teatro San José.-
Uno de mis maestros de teatro, que fuera José Carlos Bondi, mientras preparábamos una obra de Alejandro Casona; me habló de un monólogo de Chéjov , titulado “Sobre los daños que hace el tabaco”, él lo había interpretado y, cuando lo leí, no pude menos que renovar mi admiración por el autor.
El personaje es un hombre maduro, que vive dedicado a llevar adelante todas las tareas de un pensionado para señoritas y, además, compelido por su dominante esposa debe dar conferencias sobre distintos temas de interés social. En este caso sobre los daños que el tabaco causa a la salud del fumador. Bueno, esa es la intención pero, finalmente el conferenciasta terminará haciendo una tragicómica catarsis de su situación.
Y, como cuando algo se desea intensamente, en el año 2005, pude interpretar el apetecido monólogo en un espectáculo que se llamó “Amares”.
Otro de mis maestros, Jorge Villalba, realizó una puesta de “El canto del cisne” cuyos personajes son: un viejo actor la noche de su función de despedida y el apuntador (**) que lo había acompañado en su larga carrera. Ambos irán reviviendo con nostalgia los avatares de sus vidas y matizan sus recuerdos intercalando pasajes de obras que llevaron a escena. Tuve el gusto de secundar a Jorge en este personaje del apuntador.-

También al cine llegaron piezas del gran literato ruso:“El tío Bagna” es otra obra, de la cual hay una excelente versión cinematográfica con el título de “Agosto” interpretada por Antony Hopkins. Excelente film que he visto varias veces y volvería a ver con gusto varias veces más. Una historia de seres humanos atrapados en sus propias vidas, que transcurre en una finca rural donde conviven en determinada época personas del campo y de la ciudad, unidos unos por vículos de familia y otros por amistad. Los personajes juegan sus roles agobiados por sus respectivas cruces pero, conteniéndose a ultranza, hasta el día en que las emociones afloran abruptamente y las verdades de cada uno se arrojan a los otros como dardos cuyas heridas ya no podrán ser restañadas.-

Y para el cierre, vuelvo a la perdurable literatura: Como lector me he deleitado con sus relatos, tan numerosos como atrapantes, y de obras como “El jardín de los cerezos” tal vez la más difundida y reconocida.
Hoy, ya agotada mi paciencia o mi entusiasmo para vencer los inconvenientes de participar en una puesta en escena, tengo a mi alcance la posibilidad de la lectura y aquí , felizmente tengo mucho por descubrir en la profusa y deliciosa obra de Anton Chejov.-






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(*) Qué importante fue para mi que en aquel incipiente secundario del pueblo; se haya dado un importante lugar al teatro en el plan de estudios.-

(**)Para los más jovencitos aclaro que el apuntador era un trabajador teatral que durante las funciones estaba en un foso al frente del escenario, oculta al público su cabeza por una especie de caja denominada concha y desde allí emitía su voz, al ras del piso del escenario, pasándoles con voz monótona y sutil los textos, mientras actrices y actores daban vida a sus personajes.-
















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