“Esta es la historia de una casa que ya no existe, tal como me la contó, sentados a la sombra en un dia de verano, el viejo Nicandro a quien gustábamos escuchar, pues recordaba y describía con precisión de detalles la vida de cada una de las personas que había conocido en sus pagos natales, próximos a la laguna de Chascomús,en las pampas del sur de Buenos Aires.”
Guilermo Enrique Hudson
APENDICE de “EL OMBÜ”
Ante todo debo decir que el relato de “El Ombú" es en mayor parte una historia verídica, Aaunque los acontecimientos no ocurrieron exactamente en el orden que yo lo he dado.
Los incidentes relativos a la invasión inglesa de junio y julio de 1807 los he narrado casi tal cual los recibí del viejo gaucho llamado Nicandro en el relato, quien me los transmitió allá por el año Sesenta y tantos.
Las notas que tomé, sin fecharlas, de otras pláticas con el viejo, que contenían numerosas anécdotas de Santos Ugarte y de toda la historia de “El Ombú”, fueron escritas, según creo, en 1868, el año de la gran tormenta de tierra.
Tengo ahora ante mi estas antiguas anotaciones, y su aspecto es muy extraño, tanto por la escritura como por la calidad del papel; también por lo sucias que se ven, lo que me hace pensar que el viejo manuscrito debió haber quedado expuesto a aquella memorable tormenta, que recuerdo terminó en lluvia, una lluvia que cayó en forma de barro líquido.
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Mónica , personaje de "El Ombú" . Uno de los grabados de LUDOVICO PÉREZ que ilustran la edición que tomamos como referente. (1)
Guillermo Enrique Hudson
El Ombú
(Fragmento del capítulo I )
“Todas estas son memorias de los tiempos que se han ido, pero hay otras cosas del pasado que también vuelven a nosotros... los espíritus.
A veces, a medianoche, el árbol entero,desde sus grandes raíces hasta sus hojas más encumbradas, se ve desde lejos resplandeciente como encendido en un fuego blanco.
¿Qué es ese fuego que tantos han visto y que no quema las hojas?
Otras veces Cuando un viajero se tiende a dormir la siesta, oye el rumor de pasos que van y vienen, y ruidos de perros y de aves de corral, y de niños que gritan y ríen, y voces de personas que conversan; pero cuando se despierta y escucha, los ruidos se apagan, y al fin parecen perderse entrándose en el árbol como un murmullo suave como el del viento entre las ramas.
Conozco este árbol desde niño, cuando tenía cosa de seis años y ya podía montar en un petiso.
Era entonces lo que es hoy.
Cinco hombres tomados de la mano y estirando los brazos, apenas lograban rodearlo.
La casa estaba allí donde está esa mata de ortigas. Era una casa bajona, de ladrillo, en una región en que las casas de ladrillo eran muy raras.”
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Guillermo Enrique Hudson
(1) Ediciones Pancho Aquino ; de Florencio varela, Bs.As. Argentina.-
La edición es de 1998 y contiene copia de cartas, datos biográficos del autor y del ilustrador; con comentario de la periodista y escritora Sra. Ana maría de Mena, radicada actualmente en nuestra ciudad y a quien he tenido el gusto de conocer en el ámbito de la Biblioteca Popular "4 de Febrero", donde los interesados pueden leer "El Ombú" ya que se cuenta con un ejemplar donado por la citada profesional.-
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